Cuando nos mudamos el año pasado a nuestra nueva casa habían algunas cosas que dejaron los anteriores propietarios, entre ellos esta pequeña escalera:
Primero una buena lijadita con el taco. Y una vez limpia, una mano de imprimación para que luego coja bien la pintura.
Después de esto toca esperar a que la imprimación seque bien. Cuando estuvo bien seco, volví a lijar, limpié de nuevo y turno de la pintura. Para ello escogí color duna, ya que era lo más parecido posible a las cortinas de mi salón, así no desentonaría demasiado con el resto de mobiliario del lugar. Tras el secado, lijé un poco las esquinas para que no quedara tan impoluto, y aquí está el resultado final.
Espero que os haya gustado. Hasta la próxima!!
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